CAZADOR DE MUJERES

Hoy quiero hablarte de mujer a mujer.
Con toda seguridad si estás leyendo este texto, es porque tienes acceso de una manera u otra a internet, lo que quiere decir que estás potencialmente expuesta a uno de los nuevos y más dañinos virus de los últimos años: Los hombres que navegan por la red, en busca de mujeres ingenuas.
Si ya fuiste o eres una de ellas, tal vez te encuentres pasando por una de las cuatro etapas de este proceso.
La primera etapa la experimentan algunas mujeres, no a todas le sucede y es la desconfianza, te parece demasiado perfecto ese hombre que acabas de conocer en un chat o en una página cualquiera en la que el destino travieso posibilitó que se registraran, tal vez ese mismo día.
“Qué casualidad dices tú” a lo que él te responde que no existen las casualidades, “es el destino que unió nuestros caminos” “nada es casual, por algo será” “si estamos acá es porque compartimos el mismo gusto por la literatura, la jardinería, la música, determinada religión” etc, etc, etc.
Si eres precavida y haces uso de tu sentido común, harás oídos sordos a toda esa perorata y en el mejor de los casos ignorarás al cazador, que pronto irá en busca de una nueva y fácil presa.
Tú sales ilesa y te ahorras las otras tres etapas posteriores.
Pero si ya queda implantada en ti la duda, “tal vez tenga razón, ¿y si es el hombre que he estado buscando toda mi vida?” Si quedas pensando así, te diré que ya estás contaminada, te encuentras viviendo la segunda etapa y se te va a hacer muy difícil la recuperación.
Porque consciente o inconscientemente le vas a ir tirando ideas, de cuál es el hombre de tus sueños, cuáles son tus carencias, tu personalidad, tus costumbres, tus deseos, etc. Y ni lento ni perezoso, el susodicho utilizará en su favor toda información que le envíes, y endulzará tus oídos con todo aquello que sabe que te gusta escuchar.
A los pocos días te encontrarás pensando en él, aunque no estés sola, aunque tengas novio o marido, así tengas 20, 35, 50 ó 65 años, no importa. No podrás sacarte de la cabeza a este hombre dulce, romántico, caballero, encantador en todos los sentidos, que te hace soñar despierta, que te da todo aquello que tu pareja hace mucho que no te da, que te escribe poemas o te dice con lujos de detalles las cosas maravillosas que te haría vivir si estuvieras con él.
Claro que no tiene defectos, mal carácter, olores, ni manías o vicios, es totalmente libre, sano, de buenos sentimientos, noble, solidario y trabajador.
Y tu crees tocar el cielo con las manos, le comentas a tus amigas de los prodigios de internet, como obra milagros!!! Como el destino te cruzó con tu hombre ideal, cuando pensabas que era algo totalmente imposible.
Así pasan los días, los meses y te sentís perdidamente enamorada de este hombre al punto que empiezas a pensar en dejar todo e irte a su lado. No importa si vive del otro lado del mundo, todo vale la pena por estar al lado del hombre perfecto, porque él también dejaría todo por tenerte, su amor es inconmensurable, eterno e infinito.
Cuando ya estás re metida y dejaste a tu novio o marido real o él te dejó al haber descubierto tu romance virtual, o incluso vendiste tus bienes (como han hecho muchas mujeres) para empezar tu nueva vida junto al hombre de tus sueños, él te dice que todo esto es una locura, que no quiere hacerte daño, que te ama demasiado para verte sufrir, que es mejor cortar por lo sano y dejar las cosas acá no más, que será un infierno la vida sin tu amor, que ya no será el mismo, que será su condena vivir sin ti pero que es lo mejor para los dos y bla bla bla.
Tal vez, utilice otros argumentos, pero el mensaje final es el mismo: SE ESTÁ DESHACIENDO DE TI.
Eso en el mejor de los casos, si no simplemente desaparecerá de tu vida sin dejar rastros y nunca más sabrás de él.
Y a ti se te derrumba el mundo, te sientes perdida, abandonada, sin rumbo y sin ganas de vivir.
Que será ahora de tu mísera existencia? Por qué Dios o el destino son tan crueles e injustos contigo? Que fue lo que hiciste, para merecer tanto castigo y angustia?
Te encierras a llorar y no escuchas las palabras de consuelo de las personas que te quieren de verdad, y lo peor es que muchas mujeres hacen a un lado hasta a sus hijos para entregarse a la desesperación de haber perdido a alguien que en realidad, nunca tuvieron y no vale ni una sola de sus lágrimas.
Te diré amiga, lo que hiciste fue creer y confiar ciegamente en un hombre que te utilizó desde un principio.
Desde el comienzo de los tiempos los hombres han hecho esto mismo, pero antes les resultaba más difícil, ya que corrían el riesgo de que las amantes transformaran su vida en un infierno (como en la película “Atracción Fatal”) y se les apareciera a su esposa, en el trabajo, etc.
Hoy en día, con el uso de internet se les ha simplificado el trabajo, pueden llevar una vida decorosa, una familia perfecta, una esposa que los atiende como siempre les ha gustado, hijos, amigos, parientes y toda una vida a la que no piensan renunciar. Por mas que te hayan dicho todo lo contrario.
Por otro lado, paralelamente tienen a sus amantes virtuales, y dije bien cuando utilicé el plural, no creas que eres su única amante, piensas que teniendo la oportunidad de tener a muchas mujeres sin ser descubierto, la va a desperdiciar?
Pues claro que no, y esos hermosos poemas de amor que te envió a ti, también se los envió a otras más con quienes mantiene la misma relación de amor eterno e infinito que mantenía contigo.
En este punto pasas a la tercera etapa. A pesar de tener las cartas sobre la mesa, sigues creyendo ciegamente en tu hombre ideal, y te repites una y mil veces, “algo tuvo que sucederle, puesto que él no es así” “pobrecito, debe estar sufriendo más que yo, aún” y más te aferras a ese amor y lo idealizas y pasan por tu mente cientos de motivos por los cuales él se vio forzado a actuar así, pero no dudas un momento de su amor.
Y no te das cuenta de que no te enamoraste del hombre real que se encuentra del otro lado, puesto que no lo conoces, apenas sabes lo que él mismo te ha dicho sobre su persona. Te has enamorado de la imagen que te formaste de esa persona, por eso crees que es imposible que actúe de tal o cual manera. El hombre que tu crees que es, no te trataría así, pero la imagen que te has formado, dista mucho de la realidad.
Después que ya ha pasado bastante tiempo y el individuo sigue sin dar señales de vida, tus amigas te dicen que has sido una víctima más de tantas y llegan a tus manos textos como éste que estás leyendo ahora, empieza a entrarte la duda. Y si realmente fuera un sinvergüenza?
Y es cuando pasas a la cuarta etapa, en esta fase traes a la memoria frases o comentarios en mails o en conversaciones del Messenger donde dejaba entrever parte de su manera de ser real, cosas que en aquel momento las pasaste por alto porque estabas demasiado ciega para verlas, pero que hoy cobran importancia y te ayudan a atar cabos y te das cuenta de lo tonta e ingenua que fuiste, y te enojas contigo misma por haber permitido que te engañara así, por no haberte dado cuenta antes.
Lo importante es que no te cargues con rencores u odios ni pienses en venganzas que solo te mantendrán enganchada a una situación negativa, lo mejor que puedes hacer es olvidar a ese individuo que no vale nada, recuperar el tiempo perdido y tener siempre bien presente que no es el único, internet está lleno de estos hombres que solo buscan una aventura virtual y les importa muy poco a quienes lastiman.
Al final del día él llega a su casa donde lo espera su familia a la que ama y quienes tal vez lo admiren por ser un hombre íntegro y correcto.
No te culpes, solo fuiste una víctima.
Ahora deja de llorar, de culparte o de sentir rabia, no permitas que nadie destruya la belleza que llevas en tu interior, vales demasiado como para permitir que alguien te deje por el suelo. Arréglate, maquíllate, vístete de la manera que mas te guste o haz lo que te haga sentir bien y empieza a vivir tu vida nuevamente, ahora siendo más precavida y si conoces a alguien ya sabes a lo que te estás exponiendo.
Mantente alerta!!

Elena Reynald (escribe ya)